Sí, mi corazón proclama la gloria del Señor, pues mi Dios vivo está ante mí. Mis manos están extendidas todo lo que pueden, llevando mi pecho abierto en el seno del amor de Dios.
Y él, mi Jesús, mi amor, está ante mí, que ahora también aparece con las manos extendidas para unir nuestras almas en un abrazo abierto.
Señor mío, por tu gloria y la de tus hijos, que el reinado eterno de tu Reino venidero dure para siempre".
Y ahora veo a mi madre. Ella está esperando, mi padre a lo lejos detrás de ella, mis abuelas y abuelos que eran tan buenos. Oh, había tanto amor en mi familia y por eso estoy agradecida.
El Salmo 51 dice: 'Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu firme dentro de mí', Señor mío, para que pueda perseverar por tu gloria.
'Mis queridos hermanos y hermanas, a los que son fieles les espera el Reino y también la alegría de vuestras generaciones que creyeron. Vuestro regreso a la eternidad, donde la fiesta del esposo será para siempre.
Oh luz mía y alegría mía, tómame como deseas entre tus brazos. Súbeme a tu corazón para siempre".