JESÚS: Mi querido, querido hijo, gracias por venir a recibirme este día. Permite que tu corazón esté libre de cualquier pensamiento o distracción que no sea de mi corazón. Estoy dispuesto a darte lo que sea que desees, simplemente vuélvete a mi palabra misericordiosa diariamente y vive en la alegría de mi amor. Vuelve tu corazón hacia mí. Ofrece a mi corazón el amor de tu corazón.
Sí, estate en paz y permíteme consolarte. No permitas que ningún alma distraiga tu corazón. Escucha cada día la voz de mi palabra que llama a tu corazón a la paz.
Reza, reza, reza por la paz, la paz que sólo mi corazón puede dar. Sí, comienza a rezar en este momento en la alegría de mi amor. Reza tu rosario con amor. Escuchad a mi corazón que os llama con amor. Rezad por la paz en los corazones de todos los creyentes. Sí, descansa ahora y comienza a rezar tus oraciones por todos tus hermanos y hermanas. Alístalos en la orden de mi Sagrado Corazón. Sí, la Orden de mi Sagrado Corazón de amor que encontrarás en mi nombre para gloria de mis hijos. Alístalos en la paz. Ofrécelos cada día como una copa de amor que será vertida en el cáliz eterno del amor para siempre. Siempre que me ofrezcas un alma, ofrécela con gran amor y yo escucharé y responderé a tus oraciones.
Soy vida para todas las almas que necesitan la alegría de vivir. No abras tu corazón a almas en las que no puedes confiar. Intentarán ocultar su verdadera identidad y sus motivos.
GREGORY: Jesús, ¿cómo voy a saberlo?
JESÚS: Reza y lo sabrás. Pregúntame y te lo revelaré. Deja que tu corazón esté en paz. Yo estoy contigo. Reza y pídeme por todas tus necesidades. Permíteme ayudarte y todo se hará según mi voluntad.
GREGORY: Jesús, te amo. Que permanezca constante en la fe para amarte y adorarte cada día. Te pido que la gracia y la paz del Espíritu Santo me guíen. Te pido que la alegría de tu amor llene mi corazón para llevarme cada día a nuevas alturas de amor.
JESÚS: Mi querida hija, reza, reza por todas las almas necesitadas de la alegría de mi misericordia. Reza por todas las almas necesitadas de la alegría de mi amor. Escucha a mi corazón llamando a tu corazón. Permíteme consumirte en la paz y la alegría de mi misericordia. Permíteme llenar tu corazón con el amor del Espíritu Santo cada día. No tengas miedo. No tengas miedo de amar. Quédate quieto y en paz. Yo te guiaré como deseo. Te ayudaré cada día.
Gregorio, abre tu corazón a la alegría de mi amor. Descansa en paz ahora en mi Espíritu. Permíteme consolarte y ayudarte. Quédate en paz. No tengas miedo. Confía tu corazón a la alegría de mi amor. Confía tu corazón al amor de mi presencia.