Malaquías 3 dice: "Volved a mí y yo volveré a vosotros, dice el Señor de los ejércitos. Pero vosotros decís: "¿Cómo volveremos?".

Señor, cada día deseo volver a ti en todos los sentidos. Condúceme como deseas en la alegría eterna del misterio de tu amor dentro de mí'.

"Hijo mío, sí, estoy contigo y cada soplo en mi presencia es un santo soplo de vida, lleno de las rosas de mi amor eterno y de mis gracias para toda la humanidad. Ven ahora, hijo mío, y descansa tu corazón".

Ahora estoy teniendo una visión de un muro de fuego por el que Jesús está pasando. El fuego, las llamas, no le afectan, pero le aman. Son uno con él porque son el fuego de su amor y el que tiene amor cumple todas las cosas.

"Mi querido hijo, apunta cada día a las grandes glorias de tu Dios, buscando todo lo que es bueno y está hecho por mi mano".

'Lamentaciones 3 dice, mi Señor: "¡Pongamos a prueba y examinemos nuestros caminos y volvamos al Señor!". Estas palabras son ahora para la Cuaresma y para la vida. Que te busquemos y que examinemos nuestros caminos.

Te amo, Señor mío, te amo. Tu camino es el único camino, porque es el camino del amor".