Dios nuestro Padre dice ahora, "Hijo mío, la gloria eterna de mi amor es para todas las almas que buscan mi misericordia y desean crecer en la alegría de todo lo que es bueno.

Sí, hijo mío, busca al Señor mientras pueda ser hallado. Invócame mientras estoy cerca.

Sí, deseo que todos mis hijos me invoquen porque deseo amar a cada alma".

Padre mío, cuánto te necesito. Levántame en las alegrías eternas de tu misericordia. Padre, has creado un mundo tan hermoso'.

"Hijo mío, es divino y puro, creado por mi mano para gloria de mis hijos, para que me amen y reciban la belleza de las gracias en todas las cosas atestiguadas y creadas por mí".

Tómame, tómame, Señor mío, como quieras y que se cante un nuevo canto de vida para tu gloria. Te amo. Te amo, Padre. Mi corazón clama por tu gloria'.

"Hijo mío, ven y deja que hoy te abrace en mi misericordia. Ven y déjame mostrarte la senda eterna de mi camino, mi voluntad, hacia el cielo".