En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mientras estoy aquí ante el Santísimo Sacramento, adorando por un nuevo día, estoy teniendo una visión de corrientes de sangre dentro del propio sacramento y nuestro Señor dice ahora, "Mi querido hijo, ofrece hoy tu corazón a mi misericordia, y no permitas que el pasado afecte a lo que hagas en el presente y en el futuro.
Mis misericordias son nuevas cada día, así como para todas las almas a las que llamo al amor de mi sacramento vivo en la Sagrada Eucaristía para que me reciban en su corazón y tengan paz.
Hijo mío, vive la alegría de mi amor en este día, no pensando en el futuro, sino viviendo en el momento presente, buscando primero la alegría del Reino de Dios nuestro Padre en este día.
Sí, alégrate al ver todo lo que es bueno. Alégrate de seguir adelante confiando en que yo proveeré para ti y todas tus necesidades. Que el amor sea tu bandera de esperanza al dar a los demás".