GREGORY: Cómo podré agradecer al Señor todas las gracias y las alegrías que me ha concedido, porque es a través del descanso en el Espíritu Santo y del amor de la oración profunda como uno se une al corazón de Dios tan profundamente, de tal manera que no somos conscientes de nosotros mismos, porque Él satisface todas las necesidades de nuestras almas.

En el momento en que entro en oración, puedo sentir la presencia de Nuestro Señor y de Nuestra Señora. Es como si mi alma se elevara a un estado de profunda paz que llena mi corazón del amor eterno de Dios. Me vuelvo inconsciente de todos mis sentidos externos y mi corazón entra en el corazón de Dios que todo lo sabe, por lo que todavía puedo oír y ver todo lo que me rodea, sin embargo, la voz del amor se magnifica por encima de todas las cosas. Es en este lugar de oración donde recibo el amor de la Santísima Trinidad en el tranquilo santuario de mi habitación.

Alabado sea Dios, nuestro Padre, que en su infinita bondad nos conduce por la gracia a apartar nuestro corazón del pecado y llevarlo a los brazos de la redención, a los brazos de su Hijo, a quien entregó tan voluntariamente hasta convertirlo en el cordero del sacrificio por toda la humanidad.

Señor, ofrezco a tu corazón misericordioso todas las almas que sufren y no sienten el amor de tu presencia. Que tus gracias, como nunca antes, se derramen sobre esta tierra para crear un mundo de paz en los corazones de la humanidad. Que lloremos con la alegría de arrepentirnos de todo lo que hemos hecho para herir tu corazón traspasado y herido. Llévanos a la luz de la redención. Eleva a la humanidad a un estado de gracia porque somos tus hijos caídos necesitados del amor de tus gracias para sostenernos y salvarnos de las tentaciones de todo mal.

JESÚS: Mi querido hijo, gracias por adorar mi corazón en el Santísimo Sacramento. Gracias por venir a mí y llorar por tus pecados. Deseo que todas las almas busquen llorar en el gozo de mi misericordia que sana y restaura un alma a mis gracias a través del perdón. Deja que tu corazón sea libre para amarme. Deja que tu alma sea elevada a un estado de gracia más allá de esta tierra hacia la luz celestial de mi amor.

He enviado a mi ángel para protegerte. Gracias por invocar a todos los Arcángeles para que te ayuden a ascender diariamente a la luz de mi corazón. Procura vivir con sencillez y procura vivir en la humildad de mi corazón porque yo soy el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Estoy perfeccionando mi obra en ti y estás siendo purificado para servir a tus hermanos y hermanas. Alégrate de ser transformado por la gracia. Mira todo lo que es bueno y alaba a nuestro Padre que es amor por toda su bondad y misericordia que ha dado a las almas.

Es Padre de amor, creador del cielo y de la tierra y de todas las cosas que hay en ellos. Él es capaz de todo y, por la esperanza de la fe en el corazón del hombre, lo que parece imposible se hace posible por la gracia de su santa voluntad. Invocad diariamente su misericordia rezando la Coronilla de la Divina Misericordia por las almas que están perdidas y necesitan que su pastor de amor las guíe a casa.

Yo estoy contigo. Descansa en mis brazos esta noche y déjame llenar tu corazón de alegría. Acuérdate de ver todas las cosas buenas con alegría y esperanza en mí, tu Salvador. Te amo mi corderito que has sufrido tanto para ser víctima del amor por todas las almas, porque incluso a través de tu sufrimiento, has permanecido fiel a buscarme con esperanza. Continúa rezando diariamente por la conversión y la redención del mundo para que mis hijos puedan vivir en la paz y la esperanza de mi promesa de amarlos siempre. Siempre estoy esperando para amarlos y perdonarlos.