Nuestro Señor dice ahora, "Mi querido hijo, estas son las palabras de mi corazón para mi pueblo. Y los estoy llamando a arrepentirse, a arrepentirse en mi amorosa misericordia, a recibirme y a pedirme perdón por sus pecados, para que puedan vivir en la luz y puedan vivir en la gloria de mi amor a través de amarme.
Sí, mi querido hijo, cuando un alma se arrepiente y recibe mi misericordia, son liberados en la luz. Son liberados a través del poder del Espíritu Santo, para ser hijos de la luz y caminar de acuerdo a mi camino, mi voluntad.
Porque yo soy el camino, la verdad y la vida para mis hijos. Y deseo traerles alegría y paz para que vivan felices e íntegros, santificados por mi misericordia.
Sí, escucha el canto de los pájaros, llamándolos a la atención de la gloria de mi Padre y que tu corazón se llene hoy del amor de mi Espíritu".