Nuestro Padre dice, "Hijo mío, envío a tu ángel de la guarda y a los arcángeles para que vayan delante de ti, a fin de que abran el camino de mi amor y eliminen las barreras en tu camino según mi voluntad y el cumplimiento de mi voluntad, mientras desees invocarlos."
Sí, Padre querido, les invito ahora a que lo hagan con el poder de tu luz en ellos, con el poder de tu amor en ellos, con el poder de tu fuerza que los unge al estar unidos tan estrechamente a tu corazón para cumplir todas las cosas para tu gloria.
Las recibo ahora y te pido que me ayuden cada día a permanecer en la gloria de la luz, dando gracias por todas las cosas que proceden de ti'.
"Sí, hijo mío, ven y deja que te tome para mi gloria. No mires al pasado, sino a la alegría de este momento presente y al gozo de este día. Procura servirme con amor en este día de descanso, especialmente con tu familia. Entrégales mi corazón. Dales mi esperanza, mi paz y mi fuerza".
Te amo, Padre; que nunca olvide ni dé por sentado quién me has llamado a ser y qué me has llamado a cumplir.
Te ofrezco mi orgullo y mi ego, para caminar humildemente ante la Santa Cruz y para que la luz de tu gloria dentro de mí, sea mi fuerza'.