Ahora tengo una visión de Nuestro Señor en la Cruz, apareciendo en el cielo sobre las aguas. Siento la fuerza de su amor y la fuerza de su pasión. Su misericordia se derrama sobre toda la tierra.
Señor, te pido perdón por mis pecados y los de todo el mundo de mis hermanos y hermanas, para que nos guíes en tu misericordia y confíes nuestros corazones a tu santa bondad mientras ahora sufres en la Cruz, preparándonos con tu misericordia, tu amor y tu compasión para la Semana Santa. Que crezcamos en nuestros sacrificios de amor por ti y nos guíes en la alegría de tu esperanza.
Señor, ¿por qué te me apareces hoy?
"Porque deseo, hijo mío, dar mi amor a mis hijos y desde mi Cruz, tengo sed de ellos.
Sí, desde mi Cruz, deseo ofrecerles mis amorosas misericordias para perdonarlos y llevarlos a cumplir el don de la redención dentro de sus corazones llamando a todas las almas al arrepentimiento. Arrepiéntanse y regocíjense a través del arrepentimiento, y que sus corazones sean purificados en mi misericordia, limpiados tan blancos como la nieve, y que sus corazones busquen siempre amarme.
Sí, hijo mío, espero en mi Cruz que todos mis hijos vuelvan a mí por mi santa pasión y el don de la salvación que deseo ofrecerles.
Paz, hijo mío; la paz sólo viene amándome. Procura amarme con todo tu corazón en este día y deja que te lleve como deseo".