"Mi querido hijo, escucha el canto de los pájaros, porque cantan para la gloria eterna de Dios. Y como el sol brilla, brilla para la gloria celestial del trono de Dios nuestro Padre para que los corazones de todos sus hijos sean redimidos por la misericordia de su amor.

Mis queridos hijos, el tiempo es ahora corto y os llamo a cada uno de vosotros a arrepentiros y a recibir la misericordia de mi hijo Jesús para que vuestros corazones sean libres para amar, para dar como él dio su vida en caridad por los demás y para servirle.

Mirad dentro de vuestros corazones y ved la presencia de Jesús que os llama a cada uno de vosotros. Escuchad y oíd su voz a través de la oración que proclama su misericordia y redención para llamaros al pie de su Cruz cada día.

Te quiero. Te amo y nunca te abandonaré. Mi corazón está contigo mientras deseo llamarte al Corazón de Jesús".