"Hijo mío, ahora que has recibido a mi hijo Jesús en la Sagrada Comunión, deseo que recibas mi Corazón Inmaculado para su gloria al proclamar el amor de Dios en todas las cosas que cumples este día por su misericordia y por la misericordia de sus hijos.
Sí, recibe a tu madre dentro de tu corazón y yo te guiaré en mi gloria".
'Sí, madre, puedo sentir tu Corazón Inmaculado latiendo dentro del mío, unido'.
"Sí, que la luz que es dorada y verdadera en todas las cosas colme tu corazón por mi intercesión".
'Madre, guíame hoy según la voluntad de Dios. Padre, que cumpla tu voluntad, no la mía'.
María aparece ahora, abre sus manos y de su interior salen rayos de luz, rayos del amor de Dios.
Y yo digo: 'Tómame, madre, como deseas a través de esta Santa Comunión de amor por el corazón de tu hijo Jesús, en el corazón de tus hijos que tanto amo'.
"Hijo mío, que sepas que estaré contigo durante todo este día. Y estaremos unidos en el santo amor de Jesús a través de la Sagrada Eucaristía, que es amor y sólo amor."