En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Señor mío, úngeme con la paz de tu amor, y que la luz eterna de tu Cruz que es la verdad, porque tú eres el camino, la verdad y la luz, llene mi alma con la santa paz de tu Espíritu'.
Nuestro Señor, "Ven, hija mía, porque es bueno que hayas venido a mí. Déjame tomar tu mano, y déjame guiarte este día en la santa gloria y esperanza de mi amor."
Señor mío, te doy gracias por la belleza de la luz del sol que brilla sobre el mar. Como torrentes de diamantes santos que traspasan mi alma con paz, abriendo mi corazón a ti y a la alegría de tu Espíritu dentro de mí'.
Jesús dice, "Gracias, hija mía. Ven y déjame cantar una nueva canción dentro de tu corazón, para los corazones de tus hermanos y hermanas. El mundo necesita paz y sólo yo, tu Príncipe de la Paz, puedo conducir a las almas a la verdad de mi Padre. Y lo que es la verdad es que él ama a todos sus hijos tan entrañablemente, pero continúa siendo negado y desea que todos sus hijos vuelvan sus corazones hacia él.
Hijo mio, el enemigo esta tratando de bloquear este mensaje para distraerte, pero continua permitiendome hablarte y compartir este mensaje, no importa que tan incomodo se sienta. Porque Yo soy amor y deseo perfeccionarte a ti y a todos mis hijos en mi amor.
Sí, llamo a todos mis hijos al corazón de mi amor para que me reciban cada día y puedan vivir en paz y alegría, según la luz y el camino de mi voluntad que es santa y verdadera para sus corazones.
Sí, ven a mí ahora".
Señor, te doy gracias por tu amor y por abrirme tu corazón".
"Hijo mío, te doy las gracias."
'Señor mío, eres clemente y bueno, tan amable y respetuoso y caritativo con tu amor que siempre perdona, que siempre es digno'.
"Sí, hijo mío, deseo que todos mis hijos sigan mi ejemplo, y es que vivan la dignidad de mi amor desde dentro de sus corazones los unos por los otros, que sean caritativos y bondadosos."
Señor mío, muchas veces entiendo los mensajes, por eso te pido que hables no sólo para mi corazón, sino para el corazón de los que no entienden'.
"Sí, hija mía, es importante que te hable como deseo. Así que no te preocupes, sino simplemente permíteme hablar a tu corazón".
Te amo, mi Señor.
"Sí, hija mía, ven y comencemos un nuevo camino de amor este día, en este mismo instante, porque todas las cosas permanecen nuevas en mí cuando abres tu corazón a tu Señor y a tu Salvador de la Cruz.
Paz, mi querida niña, paz y sólo paz viene de amarme".