Gregory: Señor, haz que tu misericordia fluya en mí para que pueda tener el poder de derrotar a las fuerzas del maligno que actúa contra cada gramo de mi voluntad humana de servirte. No soy más que el polvo de la tierra. Pero cuando el Espíritu de tu sangre llena mi alma, puedo vencer al enemigo. Jesús, ayúdame llenando mi alma con tus rayos de amor y misericordia.
Jesús: Mi querida hija, ven. Ven porque sé que eres débil y que me necesitas en todo momento. Descansa tu corazón dentro de mi corazón. Permite que mi Sagrado Corazón llene tu corazón con mi sangre y amor y misericordia para curar tu alma.
Te invito a ser obediente a mi voluntad en todo momento. Permíteme santificar tu alma. Déjame hacerla tan pura como un lirio del campo que depende de mí para crecer y florecer.
Gregory: Jesús, tú conoces mi corazón, y está lleno de un gran temor. Lo siento en todo mi cuerpo. Sólo tú puedes quitar este miedo con la luz de tu amor. Protégeme de los ataques del maligno que desea separar nuestros corazones. ¿Qué debo hacer?
Jesús: Levanta tu corazón hacia mí y ponlo al pie de mi Cruz. Satanás te ha cegado para que no recibas mi misericordia y es allí donde verás los rayos divinos de amor y misericordia llenando tu alma.
Intentaste luchar contra Satanás por tu cuenta y nunca podrás hacerlo. Ningún alma puede ganar la batalla contra Satanás sin que yo la asista a través de la victoria apasionada de mi Cruz. Cada vez que Satanás intente engañarte, debes poner tu corazón en los rayos de mi amor y misericordia, y recibir la fiesta de la compasión.
Deja que tu corazón sea libre confiando en mí. Di: "Jesús, en ti confío siempre", y se romperán los lazos del mal.
Mi corazón está esperando para consolar a todas las almas en esta hora final de la redención. A través del arrepentimiento, un alma puede encontrarme esperando con los brazos abiertos de misericordia para recibirlos. Muchos de mis hijos me niegan la oportunidad de sanar sus corazones. Ellos están luchando ante Dios Padre y Satanás sin ninguna ayuda de mi parte debido a su orgullo. El orgullo es lo que impide que un alma entre en mis brazos.
Qué triste que mis hijos vivan en la soledad de su orgullo cuando podrían venir a recibirme. Dejad a un lado vuestro orgullo y venid a mí en cada momento del día. Vivan en el abismo de mi Sagrado Corazón.
Gregory: Jesús, revélame los deseos de tu corazón y concédeme la fuerza para cumplirlos.
Jesús: No debes negar a ningún alma mi misericordia. A ellas te he enviado para que cumplas mi voluntad. Tu misión es difundir mi misericordia para preparar el camino de mi venida llamando a todas las almas a vivir en estado de arrepentimiento. No temas tu llamada sino vive en la obediencia de mi voluntad.