Nuestra Señora dice, "Sí, hijo mío, el mundo necesita conversión y paz. Porque sin el amor de Dios, las guerras continuarán y los hombres seguirán luchando unos contra otros. Seguirán quitándose la vida unos a otros. Y mi corazón sufre hoy este gran sufrimiento en el mundo como yo sufrí al pie de la Cruz de mi hijo."
'Madre, en Mateo 5, tu hijo dijo: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados"'.
"Sí, hijo mío, procura ser justo en todos tus caminos. Medita estas palabras y que mi amor y el amor de mi hijo Jesús llenen tu corazón cada día.
Diles que el mundo necesita a Dios. El mundo necesita el gran amor de Dios.
Alégrate hoy en su misericordia, hijo mío, y alábale por todo lo bueno".