GREGORY: Permíteme cantar contigo la gloria de este día en los jardines del palacio de verano de Viena. Cada árbol y cada flor, la hierba y los animales estaban iluminados por el fuego de tu amor a la humanidad en la naturaleza. Las ardillas jugaban alegremente, corriendo de árbol en árbol por la hierba, saltando por los senderos del jardín para recordarnos que también nosotros debemos jugar con ellas y ser como niños inocentes y confiados en las manos de Dios.
Había una ardilla bebé no tan tímida de pelaje marrón claro que vino a saludarnos. Primero se sentó en el banco a mi lado como para saludarme, luego saltó a la mesa y olisqueó mi bolso de cuero mientras levantaba sus ojos de cacao para ver hasta dónde la dejaba pasear entre mis cosas.
Fue una sorpresa y un regalo de Dios, pues justo entonces, mientras la ardilla corría hacia otros verdes, yo me maravillaba como un niño de todo lo bueno. La paz de Dios es infinita en su poder para convertir los corazones de los hombres del polvo a la vida, mezclada con la Preciosa Sangre de su hijo, crucificado por los pecados de la humanidad y para traer la alegría de su luz divina a este mundo.
Rezo para ser como un niño pequeño. Rezo para esperar con el corazón inocente de un hombre que está perdido sin su Dios, su primer amor antes de que yo naciera, y ahora rezar para que sea mi primer amor por toda la eternidad. ¿Cómo puedo negar a cualquier hombre, que es Dios? Jesús fue resucitado de la muerte a la vida para que podamos conocerle y confiar en Él cada día.
Sí, que cante con los ángeles. Que cante con los santos, con los héroes de la fe que me han precedido. Que cante el amor de Dios por los hombres, para que las gracias de su gloria resplandezcan en esta tierra.
MARÍA: Mi querido hijo, ahora ven a mí para que pueda tomar tu mano y enseñarte. Que sepas que mi hijo está presente en cada momento de la vida porque él es la vida dada a toda la creación para que podamos ver y glorificar a Dios nuestro Padre de esperanza a través de él. Reza por todos tus hermanos y hermanas del mundo que necesitan oración. Confía tu corazón a Dios nuestro Padre para que te ayude. Confía sabiendo que si las puertas del camino de la vida en oración no se abren, entonces él tiene un plan diferente. Cuando depositas tu confianza en él, todo estará siempre bien y será bueno. Él sabe más.
Te has esforzado demasiado al intentar utilizar tus propios medios. Confía en mi Hijo, que todo lo puede. Sí, debes esforzarte, pero en la oración, te concedemos este período de descanso para que te llenes de alegría, la alegría de la esperanza en la oración de confiar completamente en mi hijo. Confía tu corazón a mi hijo. Confía tu corazón a la oración.
Sí, descansa ahora y alégrate. ¿Deseas escribir?
GREGORY: Sí, querida madre. Rezo para inspirar y ofrecer a las almas la esperanza, la imaginación y la recepción de la alegría en sus vidas a través de los medios más sencillos.
Todas las cosas que Dios, nuestro Padre, crea son buenas. Que aquellos cuyos corazones están muy agobiados busquen la quietud y la paz del amor de Dios que arde en nuestro interior, renovándonos cada día. Vivan en la esperanza de la paz de Dios. Vive en la alegría del amor.