El Papa San Juan Pablo II está compareciendo ante mí. Está en el atrio de San Pedro. Está de pie en la alegría de la misericordia amorosa de Dios por los hijos de Dios y la Santa Iglesia. Está vestido de blanco con su toga papal y señala una Santa Cruz de altura casi intermedia a la de la Basílica de San Pedro. La Cruz es de oro.

Señala con diligencia para que reconozcamos el poder de la Pasión de Nuestro Señor en la Cruz. Porque la Cruz es amor y amor es la Cruz que aceptamos el poder eterno y transformador de la misericordia de Dios a través de su muerte en la Santa Cruz que salvará nuestras almas, que salvará la unidad del cuerpo de la Santa Iglesia.

Porque Dios une, Dios que es amor une. Y el poder de su misericordia es la esperanza de que somos más que vencedores en Cristo. Lo que él realiza y desea según la luz, ninguna oscuridad puede destruirlo, porque nada podrá separarnos jamás del amor de Dios.

Él tendrá su victoria final a través del poder de la Santa Cruz que se levantará a través de la oscuridad para traer la alegría de sólo la luz.

Que la misericordia de Dios nos sostenga, nos purifique y perdone nuestros pecados y los del mundo entero.

El Papa San Juan Pablo II dice ahora"La paz, la paz, la paz y la alegría se cumplirán mediante el poder y la victoria de la oración para aquellos que eligen a Aquel que es la resurrección y la vida sobre toda oscuridad y pecado, Aquel que es nuestro Señor y nuestro Salvador, nuestro Buen Pastor y Jesús de amor. Que se nos haga según la voluntad de Dios".