GREGORY: Señor, ¿qué puedo hacer para complacerte?

JESÚS: Mi querido hijo, el regalo más grande que uno puede dar es amarme. Este es mi único deseo para mis hijos porque al hacerlo, todo se cumplirá según mi voluntad y deseo para sus corazones.

ARCÁNGEL GABRIEL: Escucha el corazón de Jesús porque él dice la verdad.

JESÚS: Llamo a todas las almas a la alegría del amor. Alégrate, hija mía, porque me tienes a mí. Yo soy todo lo que necesitas y deseas. Se alegre y continua perseverando a través de esta prueba en fe. Deja que tu corazón permanezca tranquilo y amoroso, pacífico y como un santuario de amor para los demás. No te perturbes. Es el deseo de Satanás perturbar tu corazón. Deja que tu corazón sea libre para amarme. Ven y toma mi mano. Permíteme que te guíe.

Deseo que descanses en la oración y en el santuario silencioso de mi corazón. Descansa ahora y permíteme guiarte en el cumplimiento de este trabajo para toda la humanidad. Llamo a todas las almas del mundo a vivir en paz. Las llamo a orar por el fin de esta guerra. Siempre habrá terror porque Satanás lo desea para aquellos que eligen seguir el camino de la oscuridad, pero la guerra no es la respuesta que se necesita para proporcionar el camino hacia la paz. La paz se logra a través del amor y el perdón y un país que permanece humilde es uno que será reconocido por su paz. Reza por los líderes de todos los países para que se unan en la paz contra la guerra, contra Satanás y para que permanezcan en la alegría de la luz de la paz.

Reza cada día por la paz. Reza para que mi amor entre en los corazones de todos los hombres, para que mis gracias sean dispensadas de la eterna fuente de misericordia de mi Sagrado Corazón.

Alégrate, hija mía, y canta a la vida. Tu corazón ya se ha desesperado bastante. Sé alegre y vive en la luz del amor. Sé alegre y reza por la paz. Descansa ahora en el Espíritu Santo. Permite que mi paz te consuma eclipsando cualquier pensamiento que pueda distraer tu corazón de verme y sentirme.

Descansa ahora y reza despacio en el amor. Reza con el corazón por la paz y por el fin de los abortos, el genocidio que desde hace tantos años se comete contra las pequeñas almas inocentes. Si la humanidad rechaza las injusticias de los pecados menores, acepta la peor injusticia que se está cometiendo hoy en todo el mundo con la matanza de almas inocentes. Oh, cómo se aflige mi corazón por tal multitud de asesinatos.

El aborto es la muerte de una nueva vida, de una nueva esperanza contra el corazón de la voluntad de Dios, y será marcado como el peor de todos los pecados cometidos en la historia de la raza humana. Ni siquiera la muerte de los pobres judíos, esos mártires de la fe, que murieron a manos de un tirano tan malvado, Hitler la mano de Satanás, se compara con la muerte de estos inocentes.

Pido a todos los cristianos del mundo que se unan contra la tiranía del aborto, asesino silencioso y sin guerra de la humanidad, que arrasa con sus alas de muerte en todos los países.

Sí, descansa mi amor y escucha mi corazón. La paz reinará en los corazones de los fieles obedientes a mi voluntad. Descansa ahora con las alas del ángel Rafael para que te acolche con su paz sanadora. Reza lentamente en amor por la paz en los corazones de los que están en guerra consigo mismos.

(Más tarde)

JESÚS: En nombre del amor, pido a todas las almas que se vuelvan y descansen sus corazones en la alegría de mi corazón para que la paz reine en esta tierra.

GREGORY: Te amo, Jesús.

JESÚS: Sí, Gregorio, deja que mi corazón te llene de la paz y la alegría eterna del Espíritu Santo. Ven, toma mi mano y descansa en la alegría de mi amor. Siéntate en la alegría de mi corazón. Pido a todas las almas que consagren su corazón a mi corazón. Dejad que vuestro corazón viva dentro de mí.

Yo soy tu Dios y tú eres mi hijo.

GREGORY: Jesús, tú eres el alfarero y yo el barro. Ten piedad de mí, tu siervo, y moldéame entre tus manos para que pueda vivir obedientemente cada día en el don de tu amor.

Ven y consúmeme en un eterno regalo de amor diario. Gracias por ayudarme. Gracias por amarme como sólo una madre o un padre pueden amar a su hijo con tanta ternura.

Eres siempre positiva y alegre. Te pido como la Virgen que tengas una actitud mental positiva, una nueva actitud de fe cada día que me dé esperanza. Ayúdame a ser valiente en la fe con humildad. Como las estrellas que brillan en la noche, ayúdame a tener fe y confianza en la alegría eterna de tu misericordia por los siglos de los siglos.

MARÍA: Mi querido hijo, te pido que cada día consagres tu corazón al corazón de mi hijo. Permanece en paz para que su paz brille a través de ti. Deja que tu corazón descanse en el amor. Deja que tu corazón descanse cada día en el corazón de mi hijo.

Me alegro de que nos recibas cada día como te hemos pedido. Sigan escribiendo para gloria del amor de mi hijo. Que su amor reine sobre esta tierra.

Mis queridos hijos, rezad cada día para que el amor de mi hijo abra vuestros corazones. Sí, escuchad su corazón que os habla en la oración a través de la guía del Espíritu Santo. Alegraos cada día de la vida. Que la vida de mi hijo Jesús llene vuestros corazones con la vida del Espíritu Santo. Pidan al Espíritu Santo que entre en sus corazones cada día. Recibid el Espíritu de alegría.

Satanás no desea esto para vuestros corazones. El desea engañaros con mentiras que debilitarán vuestra fe. Rezad y pedid a Dios, nuestro Padre, que se apiade de vuestras almas para que el Padre eterno de la Verdad viva en vuestros corazones. Rezad por una fe más profunda. Elevad vuestros corazones con alegría al poder del Espíritu Santo y vivid en paz. Vivid a la luz del corazón de Jesús.

Gregory déjanos descansar en tu corazón. Déjanos darte el amor que deseas. Mantente centrado en el corazón de Jesús y él te ayudará. Mantente centrado en el amor.

GREGORY: Madre, lo más importante por lo que rezo es por amar a tu hijo. Ayúdame a amarlo cada día más como me lo has pedido.

MARÍA: Estoy aquí contigo. Abre tu corazón a la luz. Vive en la luz del amor de Dios. Vive en la esperanza. Recuerda lo que te dijo el Padre D. Permanece firme en la fe.

Que la alegría y la paz de Jesús te acompañen siempre. Medita en el silencio de su corazón y alábale por todo lo que ha hecho por ti.

GREGORY: Querida madre, rezo por todos mis hermanos y hermanas que sufren y necesitan que la misericordia de tu hijo les ayude. Que Dios, nuestro Padre, que es la fuente de toda misericordia, eleve sus corazones con paz y alegría, la misma paz y alegría que me ha dado a mí para encontrar en nosotros la verdadera fe y perseverar en el amor.

MARÍA: Que Dios, nuestro Padre, te dé a beber un vaso de agua del corazón de mi hijo, porque sé que amas a las almas. Sé que amas a sus hijos y que intentas corregir el error de cualquiera de tus caminos cuando te vuelves ciego. Sabed que él, que es el Padre de toda vida está con vosotros. Lee la Sagrada Escritura y da testimonio de estas palabras. Tened esperanza en lo que os he dicho. Acogednos cada día con amor para que os demos esperanza. Alabad a Dios por todo lo que os ha dado, pues habéis heredado la riqueza de las naciones, la riqueza de la palabra de Dios para iluminaros y guiaros. Deseamos que ofrezcáis nuestra esperanza a los demás. Escribe, para gloria de su nombre. Recibe cada palabra en oración como testimonio de amor.

Reza para permanecer firme en la fe. Con cada palabra de la Escritura que recibas en tu corazón, verás claramente el camino de la vida. Lee, lee, lee la Escritura cada día con sincero amor y deseo de hacer el bien y de ayudar a los necesitados.

GREGORY: A mi querida hermana H., que me llamó hoy temprano, gracias por su preocupación con respecto a lo que quiero decirle que estoy realmente bien. Dios, ha sido bueno conmigo y estoy aprendiendo cada día a confiar más profundamente en su amor, que es un camino que deseo buscar sin importar las circunstancias pues ruego caminar siempre en la luz de su amor.

Él me lleva en sus brazos como hace con todos los que deciden entregarse a él en las horas más alegres o difíciles de nuestras vidas. Vosotros y los que están más cerca de mí me dais la alegría de Cristo dentro de mi corazón. Me consuela vuestro amor y amistad y rezo por vosotros y por vuestras familias.

Cuando leas estas palabras, sabrás quién eres, porque nuestros corazones están unidos por el corazón de Cristo. Doy gracias por cada momento que Dios me ha permitido pasar con los que amo y alabarle por su gloria.

Cuanto más escribo, mayor es el éxtasis de amor y paz que recibo. Es como si me consumiera un fuego sagrado, el fuego del amor de Dios a través de la oración, y nada en este mundo es más importante que él. Rezad para que Dios siga sosteniéndome en su amor y por el bienestar de mi familia. Esto es todo lo que pido, pues yo también necesito las oraciones de vuestros corazones que me unjan con la salvación de la misericordia de Dios.

Nuestro Señor, Jesús, me ha pedido que le guarde mi corazón, así que diré lo menos posible, pero que estoy bien y sólo él lo sabe. Por favor, envíe mi amor a todos y a C. su cuñada. Que sea bendecida en su cumpleaños con un millón de bendiciones, como una vez me bendijo a mí un sacerdote.