JESÚS: Yo soy amor y en el corazón de todas las almas deseo ser más amado por mis hijos. Deseo abrir y llenar sus corazones de paz, de gran paz, de la paz y del amor de mi Espíritu Santo.
MARÍA: En el nombre del amor todas las almas están unidas al corazón de nuestro Padre en el cielo y estoy llamando a todas las almas a abrir sus corazones a la paz y la unidad de la palabra de mi hijo para que a través de su corazón y el corazón de la escritura, los corazones de mis hijos se llenen de gran paz.
Llamo a todas las almas a estar unidas en la lectura diaria de la Escritura, a estar unidas en la paz y el amor del Espíritu Santo, que a través de la Escritura uno se llena de la luz y el amor de Dios.
Pido a todos mis hijos que unan sus corazones al corazón de mi hijo a través de la luz de la Sagrada Escritura. Al hacerlo, recibirán una gran paz.
JESÚS: Yo soy la luz del mundo. Quien quiera recibirme, recibirá la paz del Espíritu Santo.
GREGORY: Señor mío, te pido la paz, la alegría y la valentía para realizar esta obra. Rezo por todas las almas necesitadas de la misericordia y del amor del Espíritu Santo y pido que tu Espíritu se derrame sobre mí con amor.
Señor, acógeme entre tus brazos y concédeme el valor necesario para cumplir tu voluntad. Concédeme los deseos de tu corazón para que pueda elevarme a la luz del Espíritu Santo para volar y tocar diariamente tu corazón en Espíritu. Ven mi amor eterno y concédeme los favores solicitados por aquellos que me has enviado: los pobres, los enfermos, los moribundos y los oprimidos.
Rezo especialmente por H. y te pido que le concedas las gracias de tu corazón. Que el santo amor de tu corazón ilumine su alma y le conceda la paz necesaria para confiar más fielmente en ti, como todos necesitamos hacerlo cada día. Le envío mi amor y mi amistad a través de tu corazón.
Ahora tengo una visión de nuestro Señor. Está vestido de blanco y de su corazón brotan rayos de luz dorada, como si brotaran de la fuente de todo amor. Sí, Jesús mío, escucha y responde a mi oración de amarte.
JESÚS: En la noche, vendré a ti con las gracias de mi amor y el aroma del cielo llenará tu corazón, permitiéndote ver como ningún hombre antes que tú. Verás como yo veo, y los vientos y las aguas te obedecerán según mi mandato. Te daré el amor que siento por mis hijos. Te daré mi corazón y en mi corazón verás todo lo necesario para que mi Padre te prepare y te utilice cada día como instrumento de amor. Yo soy el corazón de todos los corazones y el amor eterno obedece todas mis órdenes.
Deja que la alegría de mi amor fluya a través de ti. Deja que mi paz te llene de grandes gracias. Satanás siempre desea crear malestar y división. Él utilizará cualquier medio, como acaba de hacer para distraer tu corazón. Como ves, el amor vino a rescatarte de tales pensamientos.