Dios Padre dice, "Sí, hijo mío, me complace sobremanera oír tu voz dentro de mi corazón hoy y todos los días. Ven a mí y te ayudaré".
Padre, en Isaías 43 dijiste: "He aquí que yo hago algo nuevo. Ahora brota, ¿no lo percibes? Haré camino en el desierto y ríos en la soledad".
Oh Padre mío, cuando me sienta perdido y en el desierto, ven a mí y cuando mi corazón no pueda ver el camino, guíame. Quiero tu consejo. Quiero tu guía, tu sabiduría. Porque tú creaste todas las cosas, y yo pediré en abundancia, y cuando mi corazón se sienta seco como un desierto, lléname con los ríos de tu misericordia.
Porque Isaías, que experimentó las eternas misericordias de tu amor por tu pueblo, dijo en Isaías 60: "Tu pueblo será justo, poseerá la tierra para siempre". Dijo que todo tu pueblo será justo. Condúcenos a la justicia".
"Hijo mío, amo a todos mis hijos como te amo a ti. Y yo, tu Padre, deseo guiar a cada uno de ustedes por el camino de la rectitud, un camino que es como un diamante para mi corazón.
Sí, el camino brillante del diamante que viste en una visión era el camino de la justicia para que el pueblo de Dios volviera a mí. Llamo a vuestros corazones cada día y me alegro de los que vienen, pues es un consuelo para la tristeza de mi corazón por los que me rechazan.
Ámame, ámame, hijo mío con todo tu corazón y tráeme tu vida".