"Sí, hijo mío, ¿recuerdas la visión del limonero? ¿Recuerdas los mensajes que te di del Árbol de la Vida?
No permitas que el enemigo te venza con el desánimo y la oscuridad de su desesperación y desesperanza en este momento, que desea utilizar contra ti en todos los sentidos. No desea que continúes con tu misión. Tú, aunque te sientas débil, eres más fuerte en mí porque confías en mi amor misericordioso y en mi Espíritu que te guía a través de cada palabra que pronunciamos.
Sí, hijo mío, el enemigo quiere que renuncies a la vida. No quiere que seas productivo y vital. No quiere que produzcas los buenos frutos y los compartas. En todo lo que te he dado, recuerda que mi corazón te ama y que todas las cosas están contigo y para ti ve, ve en todos los caminos que te guío para cumplir tus esperanzas y los sueños que inculco dentro de tu corazón.
Sí, una vez te dije que soñaras. Un sueño es tener esperanza cumplida en mí. Escucha a mi corazón, porque tú eres más fuerte.
Sí, hijo mío, eres más fuerte de lo que nunca has sido en mí, mientras sigues creciendo en la plenitud de mis palabras dentro de tu corazón. Alégrate, alégrate en la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porque todos habitamos en ti. Os amamos".
Mi Señor.
"Hijo mío, es cómo estás en este momento presente lo que da vida a tu alma y, en estas palabras, vida a las almas de los demás.
Guarda tu corazón, hijo mío, de todo lo que no es de la luz, especialmente en los medios de comunicación, y de la evasión, del engaño que se propaga con semillas de maldad, que destruyen la vida y la cultura.
Sí, el espíritu de la vida de cada país, cultivado por la mano de mi Padre en todas sus formas únicas, es la evolución de mi espíritu para lo que es bueno. Pero el hombre está utilizando los medios de comunicación para un gran mal, para destruir la vida, para destruir la esperanza.
Protege tu corazón de esto y llénalo de mi luz. Llénalo de la luz eterna de mi misericordia y del poder de la redención de mi Cruz y resurrección. A tu corazón se le ha dado mucho, y a quien mucho se le da, mucho se espera. Yo doy con amor y espero, justamente de corazón, que el amor se cumpla en estos mensajes.
Tu corazón ha estado fatigado por estos ataques del maligno, pero ahora lo estoy renovando, haciendo una cosa nueva. Y estás viviendo en este momento en el cumplimiento de cada palabra que se te ha dicho en el pasado. Estás viviendo en el momento presente de mi amor. Entrega tu corazón a la gloria eterna de mi amor cada día y permite que la alegría de mi vida, del Espíritu de mi vida, te eleve. Continúa buscando todas las cosas buenas y las encontrarás a través de mí.
Tú lo sabes. Conoces mi corazón. Sabes que nunca te abandonaré. Sabes que siempre he estado contigo y que has caminado de mi mano. No temas el presente ni el futuro. No permitas que Satanás ponga miedos del ahora y del mañana en tu corazón".
'Oh santa, eterna luz del Espíritu, llena y colma mi alma'.