"Hijo mío, da testimonio de la gloria de esta noche y que tu corazón cante a Dios, tu Salvador. Pues en la luna y las estrellas que brillan en la suave brisa, he venido a despertar tu alma."
Señor mío, purifícame con la fuerza de tu Espíritu para que mi corazón esté siempre estrechamente unido a ti. Y que tu gloria brille sobre la tierra para traer hoy la paz a los corazones de los hombres.
Oh santos ángeles de luz que me rodeáis ahora, tomadme, abrazadme dentro de vuestras alas de gloria. Porque creo en la verdad de lo que veo y estoy seguro de lo que no se ve.
La isla está empezando a despertar y voy a descansar, mi Señor'.
"Hijo mío, ven, te estoy esperando. Descansa entre mis brazos y que mi glorioso amor brille en tu corazón para siempre".