"Hijo mío, la tierra anhela mi gloria, la esperanza de mi amor, porque en ella hay vida y yo soy la luz del género humano. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no tienen poder sobre mí, sobre la victoria de mi Cruz."

Mi Señor, el Salmo 63 dice: "Así te he buscado en el santuario para ver tu poder y tu gloria"'.

"Sí, hijo mío, para dar testimonio de mi poder y de mi gloria a través de mi amor. Porque donde hay amor, hay paz.

Sé que estás preocupado por ciertos miembros de tu familia. Deseo que compartas esas preocupaciones con mi corazón. Deseo que compartas todas las cosas conmigo para que no se cocinen dentro de ti y el enemigo pueda usar tus emociones para desviarte con miedo y preocupaciones.

Que tu esperanza esté plenamente en la fuerza de mi amor, porque mi gloria es buena y dura para siempre".

Sí, mi Señor, estoy preocupado y me duele que estén sufriendo, que experimenten dolor'.

"Hijo mío, puedes utilizar su tristeza para alentarlos en mi misericordia y llevarles esperanza. En lugar de centrarte en la tristeza, concéntrate en la oración y, después, anímalos. Ofrécelos a mi misericordia cada día".

'Sí, mi Señor, acógeme en tu amor'.