"Mi Corazón Inmaculado clama por la paz para todas las almas del mundo. Pero esta paz, que es verdadera y eterna, sólo se puede encontrar a través del corazón de Jesús, a través del corazón del amor de Dios.
Sí, orad, hijos míos. Rezad por la conversión de las almas y la conversión más profunda de vuestros corazones para permanecer en la gloria de mi amor y del amor de mi hijo, Jesús, es decir, la luz eterna para llenar vuestras almas cada día y para reclamar a Dios, para reclamar la misericordia de Dios para el perdón de vuestros pecados que sanará vuestros corazones y os dará la paz.
Hijo mío, deseo que me recibas cada día en el nombre de mi hijo para que su luz aumente en ti. Ruega por una mayor fe en la luz del amor de Dios".