"Hijo mío, que cada día me entregues tu corazón, sabiendo, confiando y creyendo que estoy contigo y que estas palabras, nacidas en el amor que es eterno, son verdaderas para tu corazón. Yo te guiaré en mi misericordia".

Sí, Padre, que la Santísima Trinidad colme mi corazón y mi vida para este camino de amor al que me has llamado. Gracias por todo lo que me has dado. Te ruego que me honres y me obedezcas, que me guíes en la disciplina, en la verdad, según tu voluntad. Que la luz de la alegría de tu amor, me consuma. Tómame, Padre, como deseas.

Te agradezco por el sueño de mi infancia con mi madre que despertó mi alma a lo que me enseñaron y valoro y honro en verdad por ella. Porque hasta el momento de su fallecimiento, sus últimas palabras para mí fueron: "Te amo". Estas fueron nuestras últimas palabras. Pero fue un amor tan grande, colmado por ti, mi Señor, que debo hablar ahora para honrar todo lo que ella y mi padre me enseñaron. Y te doy las gracias por el don de sus vidas, por el regalo y por haberlos tenido como mis padres.

Señor mío, me has llevado a lugares, como has dicho y prometido, más allá de una vida que jamás hubiera podido imaginar. Humildemente pronuncio tu gloria, para que pueda continuar tu camino para honrarte y servirte. Rezo para ser justo en el amor.

Sí, tómame como desees'.