JESÚS: Yo soy tu luz eterna. Ven a mí. He estado esperando. Ven y toma mi mano. Déjame ayudarte. Satanás quiere engañarte. Ábreme tu corazón y deja que te aleje de cualquiera de sus tentaciones.

GREGORY: Sí, Jesús.

JESÚS: Procura vivir siempre en la luz. Estas tentaciones te ponen a prueba y te fortalecen. Que tu corazón sea uno conmigo.

GREGORY: Jesús condúceme a los verdes pastos de tu corazón. Pon tu corazón dentro de mi corazón.

Sólo deseo amarte. Por favor, encuentra ese lugar especial en las montañas donde pueda ir a vivir como me hablaste. Rezo para que pueda recibirlo con amor por ti.

JESÚS: Sí, Gregorio, te guiaré como deseo. Tendrás tu hogar en las montañas lleno de amor y paz.

Sólo por ti, te amo con todo mi corazón. Sólo por ti, para estar contigo en la belleza de las montañas, la belleza de la gracia. Confía siempre en mí para amar y adorar el corazón de todos los corazones.

GREGORY: Señor, acompáñame siempre.

JESÚS: Descansa ahora, es tarde. Descansa en mi corazón. Sueña con nuestro amor que se cumplirá para gloria de mi Padre. Sueña con la esperanza y la salvación de tu Salvador para su pueblo.

GREGORY: Cantaré una nueva canción de vida para todas las almas, como tú deseas.

Vendré con los cielos en la mano para que tu palabra de verdad ofrezca la eternidad.

Cantaré contigo, desde el pie de la Cruz y todos conocerán la alegría de tu luz.

Cantaré en la esperanza y el amor de tus oraciones por tu pueblo y tú serás su pastor de amor.

Te esperaré en mi corazón en el Monte Carmelo y el ojo de Dios nuestro Padre verá a sus hijos por tu misericordia.

Aquí soñaré con la esperanza. No lo he olvidado.

Esperaré. Soñaré cada día. Tú estarás en mí y yo en ti por el bien de tus hijos.

Ayúdame a crecer para convertirme en un pequeño hijo del amor. Te quiero. Te amo; por favor, envía a mi queridísimo Ángel Gabriel para que me ayude cada día. Con su escudo y espada hechos de tu Cruz, veré la luz.