Nuestro Señor dice, "Mi querido hijo, es bueno que hayas venido a recibir la misericordia de mi gloria en este día. Es bueno que hayas venido a recibir la misericordia de mis gracias que brotan de mi corazón para tu corazón y la esperanza de toda la humanidad.
Ven, mi querido hijo, toma mi mano y déjame conducirte a la gloria de la luz. Déjame penetrar en las profundidades de tu alma y ser tu fuerza".
Sí, mi querido Señor, ven a renovar mi corazón, haz de mí una nueva creación en tu amor y estrechame eternamente entre tus brazos. Porque mi único deseo es buscarte en todas las cosas para permanecer cerca del amor de tu Sagrado Corazón y pedirte que me acerques más y más a través del don de una fe más profunda cada día'.
Jesús continúa, "Mi querida niña, ven y canta la gloria de mi amor".
Ahora tengo la visión de un pequeño pájaro amarillo. Está en una rama con cerezos en flor, pero sólo unos pocos. El pájaro canta alegremente. Mi querido Señor, ¿qué significa el pájaro amarillo?
Jesús responde, "Mi querido hijo, significa que te he llamado a cantar a la fe, a cantar a un nuevo amor este día, y ha sido traído en esta visión para renovar tu alegría en la fuerza de emprender un nuevo viaje para mí y para mis hijos.
Serás como este pájaro amarillo que sería llevado por mi mano y luego devuelto por mi mano con esperanza, para posarse sobre esta ramita solo, confiando solo en mi misericordia, confiando en mí en todas las cosas pero cantando alegremente, no sintiéndose solo sino sintiéndose fortalecido y renovado a través de la oración y a través de mi presencia ante ti cada día.
No necesitarás nada más que amarme, recibirme en estos mensajes y cantar mi amor por ti y por toda la humanidad, como la naturaleza da gloria a Dios. Utilizo todas las cosas de la naturaleza para dar gloria a mi Padre. Deseo que me veáis en todas las cosas, y que veáis como yo veo y que viváis como yo vivo en todas las cosas, por amor.
Sí, canta hoy la gloria del amor".