María: Mi querido hijo, pon tu corazón en el corazón de mi hijo, Jesús, y permite que el fuego de su amor divino llene tu alma con un resplandor de paz. No permitas que Satanás te distraiga con temores. Él trabajará más duro para hacerlo porque sabe que su tiempo es ahora limitado y tratará de distraer los corazones de todos mis hijos del cumplimiento de la voluntad de nuestro Padre.

Reza por la paz en este mundo. Rezad para que mi Corazón Inmaculado triunfe sobre las tácticas del maligno, a fin de que se salve el mayor número posible de almas por la fe en Jesús.

Mi corazón se entristece una vez más por los pecados de la humanidad. Mis queridos hijos no han querido escuchar mis mensajes, llamando a todas las almas al pie de la Cruz de mi hijo para la redención. Y para hacerlo, un gran precio tendrá que ser pagado por la justicia.

Soy tu madre de dolores y deseo retener todas las tribulaciones futuras a través de la compasiva misericordia de mi hijo. Pero él se ha vuelto tan impaciente con mis hijos que mis lágrimas de misericordia pueden no ser suficientes para retener la justicia divina por mucho más tiempo.

Reza, reza, reza, reza con todo tu corazón, porque Él escucha a todas las almas que desean la redención de sus hermanos y hermanas. Rezad para que cambien los corazones en todo este mundo de dolor. Rezad por la conversión de todos los pecadores. La humanidad no sobrevivirá mucho más si continúa por este camino de pecado y destrucción.

Sí, estoy triste.

Oren por un cambio de corazones en el Espíritu del amor de mi hijo. Él te ayudará a ti y a todos tus hermanos y hermanas a vivir cada día la voluntad de nuestro Padre. Paz a ti y a todos los hombres que se acercan al pie de su Cruz y reciben la divina misericordia de la justicia.

Sólo puede haber un Rey que reine en el corazón de todos los hombres si quieren ser salvados de los poderes de las tinieblas. Sin oración y penitencia, el único Rey verdadero no puede servir a sus hijos con el don de la redención.

Reza por la paz. No niegues el corazón de mi hijo que tanto te ama. Acepta la llamada de su voluntad y todas las magníficas gracias que desea compartir contigo. Tú eres su luz en la tierra y la luz debe brillar desde dentro de tu corazón para que los corazones de los demás reciban su amor.

Sabed que estamos con vosotros y que nuestros corazones triunfarán en el amor sobre el maligno. Paz a ti y a todas las almas que se acercan al pie de su Cruz.