JESÚS: Entrega tu corazón a la alegría de mi amor. Toma mi mano y permíteme enseñarte a volar, a vivir en mi presencia por toda la eternidad.
GREGORY: Jesús, estoy sufriendo mucho, tanto que no puedo ver ni sentir nada excepto este dolor. El dolor de un alma muy querida para mí. Acepto este sufrimiento por ellos para que pueda ser más compasivo en tu ejemplo sacrificial de la Cruz para soportar este sufrimiento con humildad por el bien del alma y la fortificación de mi alma.
Jesús, me siento tan débil. No quiero quejarme, sólo aceptar este sufrimiento compartiéndolo con tu corazón para que se cumpla. Me arrepiento de mis pecados y de los pecados del mundo entero. Purifica mi alma con la paz y concédeme la alegría de este sufrimiento para que pueda compartir esta alegría con esta alma en particular así como con otras.
Quiero caminar en la luz de tu presencia mi amor con paz. Me siento agotado por esta prueba.
JESÚS: Lo siento hija mía, deseo que descanses. Debes guardarte de cualquier distracción que te afecte de tal manera que no descanses dentro de mi corazón. No temas y confía en la alegría de mi misericordia para redimirte. No temas en este momento en que tu corazón está siendo atacado por muchos demonios que desean destruir tu alma. He construido una fortificación de amor alrededor de tu corazón para protegerte.
Descansa ahora y recuerda el primer día en que me recibiste. Medita sobre mi amor.