El Salmo 42 dice: "Como el ciervo suspira por los arroyos de agua, así suspira mi alma por ti, oh Dios".

Oh mi santa y eterna vida, consúmeme en las aguas de tu misericordia, para que beba de la fuente de toda vida. Y tú que eres todo amor, llévame como quieras a tus alas de misericordia para esperanza y bien de los que no conocen el amor.

Pienso en la bondad de mi madre, pues la necesito ahora aquí conmigo. Y te pido, querida Madre del Amor, tú, querida Madre de la Victoria de la Cruz, que me la acerques desde el cielo, y te pido que me lleves dentro de tu corazón, inmaculado, puro y verdadero, para amar a los que no son amados, a los que necesitan misericordia.

Mateo 5 dice: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados".

Señor...

"Hijo mío, estoy contigo y te envío a tu madre, unida al corazón de mi madre. Ella te ama tanto".

'Oh querida madre, guíame como deseas en la amorosa misericordia de tu hijo'.

"Hijo mío, no tengas miedo, sino escucha el corazón de mi hijo Jesús, que es amor, y deja que te lleve cada día por sus huellas de amor. Escucha la alegría de su corazón latiendo dentro de tu corazón".

"Y deja que tu corazón descanse ahora, mi amor. No escuches los sonidos del mundo, sino escucha mi corazón. Yo estoy contigo. Deja que tu corazón cante mi misericordia".

"Mi Señor, ahora me siento solo.

"No te preocupes, hijo mío, no estás solo".

Puedo sentir la soledad de los corazones de los que han estado en la cárcel. Puedo sentir su tristeza y su dolor".

"Sí, hijo mío, imagina lo que siento".

'Ahora soy como un niño que necesita a su madre'.

"Sé para ellos, hijo mío, un consuelo de amor. Lleva contigo a mi madre".

Sí, mi Señor.

"Tu madre, hijo mío, está aquí conmigo y está orgullosa del trabajo que realizas desde dentro de mi corazón".

Recuerdo cuando era niño y mi padre me llevó a un campamento de fútbol. No entendía por qué tenía que golpear a alguien mientras jugaba. Entonces, mi padre y el entrenador me explicaron las reglas del propio juego.

Antes de ese momento, lloraba por mi madre. Yo era sólo un niño y sabía que la necesitaría toda mi vida. Y tú la mantuviste conmigo en tu amor.

Cuando entendí lo que tenía que hacer, fui directamente a por el quarterback y lo placé con facilidad.

Lo mismo ocurrirá este día. Porque sé que debo entrar en la cárcel e ir directamente a por sus corazones para atajar la pena y el dolor y la necesidad que ahora tengo de mi madre.

¿Está esto en ti, Señor mío? Porque en el Salmo 16 dice: "Tú me mostrarás el camino de la vida, en tu presencia hay plenitud de gozo, en tu diestra hay placeres para siempre."

Sí, mi Señor, me mostrarás el camino a sus corazones.

Gracias por traérmela'.

"Descansa ahora, hijo mío, descansa tu corazón en mi amor sabiendo que yo estaré contigo".

'Sí. Mi Señor, tómame, tómame como desees. Tu amor es bueno y verdadero. Que pueda hacer el bien a través de tu amor y sólo de ti'.