"Querida madre, ¿qué deseas de mí hoy?
Madre dice, "Hijo mío, mi hijo Jesús está siempre esperando para recibirte. Deseo que vayas a él y recibas la misericordia de la Cruz, la misericordia de su amor, la misericordia de su sufrimiento por su pueblo, para que su amor compasivo llene siempre tu corazón y te guíe."
Ahora tengo la visión de la Virgen. Es de día y Ella está de pie ante el monte del Gólgota, en el que hay tres cruces. Señala la cruz de Jesús y me pide que le coja la mano.
"Querida madre, te quiero. Te quiero'.
Dice, "Sí, hijo mío, ven hoy a mí con amor. Ven a la alegría de mi corazón para que te guíe a la misericordia de mi hijo al pie de la Cruz y para que su amor eterno llene de paz tu corazón.
Yo, tu madre, te quiero y nunca te abandonaré.
El poder de la luz de la Cruz de mi hijo y su misericordia están contigo. Te amo y nunca te abandonaré".