En la gloria de la noche, canto una nueva canción. Canto con mi amor por su gloria y por la redención eterna de sus hijos.
Mi corazón clama misericordia por todos en las agonías que experimento y recibo con amor por mis hermanos y hermanas de todo el mundo. Porque puedo sentir su dolor dentro de mi corazón y su necesidad de ser amados y unidos al corazón de Dios nuestro Salvador'.
"Oh hijo mío," Jesús dice ahora, "Vuestras palabras me glorifican. Porque en mi misericordia he venido a liberar a los cautivos. He venido a liberaros en mi gloria eterna como el Redentor, como el que os ama y os consuela."
Sí, mi Señor, no puedo vivir sin ti, mi único amor. Que esta obra sea glorificada por tu mano, para quienes la lean y necesiten una sola palabra de esperanza.
Sí, mi corazón proclama tu gloria'.
"Hijo mío, mantén la mano abierta para recibir mis estigmas espirituales, para que tu corazón se consagre a mí en el amor".
'Cada día, purifícame, Señor, te necesito. Necesito tu ayuda, pues no viviré oprimido por la tristeza y la oscuridad. Viviré para ver la luz y la alegría será mi espejo de paz'.
"Sí, hijo mío, mantén tus manos abiertas a la vida y a la vida que deseo darte. Tu vida, hijo mío, nunca será normal.
Ahora ve y recibe mi gloria dando la gloria de mi amor a las almas. Ofréceles un vaso de agua del pozo de vida que he puesto dentro de tu corazón a través de estas palabras."
'Te amo, Jesús, te amo. Tómame como quieras'.