Viernes Santo
Jesús dice, "Sí, hijo mío, que la gloria de la luz de mi Santa Iglesia se cumpla en el corazón de mis hijos para redimirlos".
Ahora tengo una visión del Vaticano, de la Basílica de San Pedro, que se llena de la pura luz dorada y blanca de la gracia. Tan brillante que es consumida por el amor de Dios nuestro Padre y la paloma del Espíritu Santo vuela desde dentro de las puertas del centro hacia el cielo brillante y mi alma respira la luz.
'Oh Espíritu Santo, consúmeme en tu amor, y en los corazones de tus hijos de todo el mundo.
Sí, condúceme en el santo amor de tu Cruz y de tu pasión como deseas, y que tu corazón de amor llene los corazones de tus hijos. Porque la Cruz es amor, y el amor es la Cruz.
Tómame como quieras, mi Señor. Sí, tómame en tu amor'.