Jesús: Soy Señor de toda la tierra y mi paz reina eternamente para los que me siguen. Mi paz viene a través de actos de cumplimiento de mi voluntad que traen misericordia a las almas necesitadas de redención. Ven y permíteme abrazarte y abrir tu corazón a mi misericordia sin fin. Ven y permite que tu corazón se llene de la paz valiente del Cordero. Ven y deja que mi sangre llene tu alma con el acontecimiento de mi pasión para que conozcas la gloria eterna de mi voluntad. Yo soy tu Jesús amoroso. No niegues la misericordia de mi Cruz.

Gregory: ¿Qué deseas enseñarme, Señor?

Jesús: Deseo llenar tu corazón con la luz gloriosa de mi amor apasionado por todas las almas para que puedas compartirlo con los demás. Sabed que la sangre del cordero fue derramada por el don de la redención. La casa de mi Padre necesita almas que recubran de oro sus calles.

No debes pensar en términos materiales, sino espirituales. El mayor regalo que un hombre puede recibir por una vida bien vivida al servicio del Señor es la recompensa de la salvación celestial. Un hombre que almacena sus tesoros en la tierra es un hombre que pierde su tesoro eternamente. Pero un hombre que almacena sus tesoros en el cielo, llenando la casa de mi Padre con el oro de la redención espiritual, es un hombre que honra a mi Padre, y a cambio, es honrado por él con una gran riqueza.

Gregory: ¿Por eso me guiaste en la lectura sobre la verdadera riqueza de Salomón?

Jesús: Sí, hija mía, para que veas que la verdadera riqueza es la sabiduría, que se recibe a través del don de la redención. Llena cada día tu corazón con los tesoros de mi amor. Permite que tu alma prospere en la luz gloriosa de mi amor celestial. Ven y recíbeme.

Mi querido hijo, ven y déjame estrecharte entre mis brazos de gracia para que mi divino amor y misericordia llenen tu alma con un don de paz desconocido para cualquier hombre.

Gregory: ¿Por qué me has elegido para un don del que soy indigno?

Jesús: ¿Quién es digno sino el hombre digno de la elección de mi Padre? No eres digno por tus acciones, tanto buenas como malas. Eres digno porque mi Padre te ha elegido para proclamar el don de mi palabra a las naciones uniendo a todas las almas al precioso don de mi cuerpo y sangre preparándolas para mi venida. Mi Padre utilizará tu indignidad como instrumento de humildad y amor para recibirle. ¿Por qué debe sufrir el hombre, cuando tiene el don del amor de mi Padre?

Ruega por la restauración de la gracia en la tierra para que todas las almas que me han servido rectamente puedan entrar en el Jardín de la Gracia una vez más. Reza por todas las almas que están perdidas en el jardín de la desgracia. Actualmente existen dos jardines espirituales, uno del mal y otro del bien, debido a la separación de la gracia de mi Padre.

Reza por aquellos que están perdidos en el jardín de la muerte que parece ser hermoso, pero cuando el alma entra, es una corriente de oscuridad, llenando sus almas con las raíces de la iniquidad y atándolos a la desesperación.

Coloca una corona viva sobre tu cabeza y comparte mi amor con los demás. Yo estoy con vosotros. No me dejes, porque yo te enseñaré mi camino, el camino de mi Padre.

Gregory: ¿Qué deseas enseñarme?

Jesús: De los caminos del amor que son pacientes y bondadosos y nunca carecen de comprensión. El amor no se mezcla con lo que es malo. El amor sólo espera lo que es bueno y aparente en gracia. La verdad está llena de amor. Las edades están llenas de la verdad del Espíritu de amor. El amor da nacimiento a todas las cosas en el hombre y en la naturaleza porque son la creación de mi Padre. El amor une todas las almas a su creador celestial y el amor enseña al hombre el camino para vivir.

Si no me amaras, no vendrías a la luz de mi divina presencia para recibir la paz, que es fruto del amor. El amor es el fruto de toda la creación. El amor brilla en el universo con las estrellas y el sol. El amor da luz a la luna para que el hombre pueda ver su camino en la oscuridad de la noche. El amor es la luz en la oscuridad de la desesperación que irradia de los fuegos divinos de la esperanza.

¿Por qué debe el hombre seguir negando mi amor cuando es la creación de su ser y la salvación de su alma? El hombre debe llegar a conocer y servir el don de mi amor antes de que sea demasiado tarde para que se arrepienta. La mano de mi Padre celestial está siendo extendida a través de la tierra para tocar a todas las almas necesitadas de gracia para la redención de sus almas antes de mi venida. Confiad en la mano celestial de mi Padre para guiaros en la proclamación de un mayor camino de paz, a través de la realización del amor.