"Hijo mío, alégrate hoy en todo. Alégrate y canta un nuevo canto de amor a tus hermanos y hermanas. Canta a la esperanza, a la esperanza de mi misericordia. Y de la gloria de la Cruz de mi hijo que los redimirá. Cantad a la esperanza de mi amor".

Padre mío, que tu amorosa misericordia se derrame sobre los corazones de todos tus hijos en todo el mundo. Y que yo me vuelva más compasivo al amar los corazones de mis hermanos y hermanas. Nunca se hace bastante en el amor'.

"Sí, hijo mío. Mi amor lo cumple todo".