Ahora tengo una visión de la paloma del Espíritu Santo, de la paloma eterna del amor de Dios en vuelo por los cielos. Y al pasar junto a mí, eleva mi alma con ella para llevarme adonde desea.

En el Salmo 25, David dice: "El secreto del Señor está con los que le temen y les mostrará su alianza". Señor y Espíritu mío, acógeme como deseas y revélame la alianza de tu amor por tu pueblo. Concédeme tu sabiduría y tu paz para que pueda amar como tú amas, esperar como tú esperas, ser como tú eres, para el bien'.

El Espíritu Santo dice ahora, "Déjame guiarte y llevarte cada día como yo deseo. En mi amor, déjame guiarte en la esperanza".

'Ven y consume mi ser con tu amor, oh Espíritu'.

"Sí, hijo mío, porque estoy llamando a todos mis hijos a la gloria de mi amor, para que se arrepientan, para que vuelvan sus corazones hacia mí mientras los preparo para la segunda venida de Jesús. Estamos unidos, los tres como uno solo en ser la santa Trinidad. Sin embargo, os hablo por separado, para que conozcáis los deseos de mi corazón de guiaros y para que crezcáis en mi misericordia.

Hijo mío, déjalo todo y camina con alegría en mi amor".

Te alabo, oh Espíritu. Concédeme tu sabiduría y tu amor por los demás. Concédeme tu esperanza".

Jeremías 29 dice: "Me buscaréis y me encontraréis cuando me busquéis de todo corazón". Señor, Espíritu de Amor, te busco ahora para encontrarte. Tómame como deseas y que se haga según tu voluntad con alegría y esperanza, en la fe por el gran amor a los demás'.