En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Nuestro Señor habla, "Mi querida hija, es bueno que hayas venido a mí para preparar la reunión de esta tarde. Tomaré tu mano y te guiaré en las profundidades de mi misericordia para hablar sólo de mi amor y por mi amor a todas las almas. Será una unión de esperanza para mi gloria y la gloria de mis hijos".

Señor, te doy gracias por todo lo que has hecho por mí y por la gloria de este día de sol dorado. Me encantan los pájaros que cantan tan vivamente aquí en Asís'.

Jesús responde, "Sí, abre tu corazón, hijo mío, y recíbeme en mi misericordia".

'Señor, te pido perdón por mis pecados y por los del mundo entero'.

 "Hijo mío, vuelve siempre tu corazón hacia mí".

Te doy gracias, Señor mío, porque mi hermana se encuentra ya mejor, y te ruego que sigas curándola en tu amorosa misericordia y por el poder de tu Preciosa Sangre que nos unge, que nos fortalece con el poder de la sangre de toda vida, tu sangre, la sangre de nuestro Salvador'.

Jesús dice ahora, "Sí, hija mía, así lo haré y sigue ofreciéndome su corazón en oración y que la gloria de este día, por el poder de mi Espíritu, llene tu alma de paz, la paz de amarme y la paz que está por encima de todo entendimiento, según los caminos del mundo.

Vive tu corazón en mi Espíritu y en mi verdad y yo te guiaré con gran alegría. Comulga esta noche, recibe mi Cuerpo y mi Sangre Preciosos en la Sagrada Eucaristía, donde estoy siempre presente y espero a las almas."

Sí, mi Señor, lo haré. Y te agradezco todo lo que has hecho por mí. Que tu misericordia brille sobre mí y sobre el mundo entero'.