Señor mío, ¿qué quieres de mí? ¿Qué deseas que cumpla hoy según tu voluntad? ¿Adónde quieres llevarme? Necesito tu fuerza y el valor y la audacia del Espíritu Santo para llenarme del fuego de tu amor divino'.

"Dije, mantente totalmente centrado en mí. Concéntrate plenamente en mi amor. No dejes que tu corazón se desanime, sino camina en la misericordia de mi gloria.

Sí, mi misericordia es gloriosa porque realiza en el corazón y en el alma el don de mi sacrificio, de mi perdón y de mi salvación".

Señor mío, esta noche las aguas están quietas y negras como un espejo que refleja toda la luz que brilla sobre él. Tú eres la luz en la que podemos ver en la oscuridad y las aguas tranquilas de tu misericordia.

Tenemos amor. Oh amor mío, tómame como desees. Tómame dentro de tu corazón, dentro de tus brazos de amor este día. Señor mío, tú lo cambias todo. Estaba cansado y me has dado fuerzas. No sentía la plenitud de tu esperanza. Y tú me la has devuelto en un momento con tu gracia'.

"Te quiero, hijo mío. Puedo hacer todas las cosas y creo que nada es imposible para mí. Lo único que debes hacer es seguir las huellas de mi amor.

Escribe, hijo mío, escribe para mi gloria. Porque cada palabra que pronunciamos es una palabra de oración, una palabra de vida para mis hijos. Tú tienes en tu corazón la capacidad de hacer todas las cosas para mi gloria y según mi voluntad.

Sí. Descansa ahora, descansa en mi amor".