"Sí, ven a mí, amor mío, y permíteme abrazarte. Extiende tu corazón a aquellos que he puesto dentro de tu alma, porque ellos me recibirán en ti. Las necesidades de mis hijos son grandes. Ten piedad y compasión de todos y da esperanza a sus corazones y a sus luchas."

Sí, Señor mío, así lo haré. Y que la gloria de tu amor santifique hoy mi corazón para dar sólo amor y la esperanza de tu misericordia a las almas'.