Jesús dice, "Hijo mío, da testimonio de mi amor a mi pueblo. Da testimonio de cada visión que recibas, y de cada mensaje, para santificar sus corazones en las semillas doradas de mi misericordia que deposito en ellos.

Sí, hijo mío, seguirás viendo mi gloria, para que mi Padre sea glorificado en mi amor por mis hijos.

Ven ahora, ven entre mis brazos de amor y actúa para compartir mi amor de una manera más grande. Que mi misericordia se cumpla en ti y mi luz brille desde tu interior para los demás".