"Hijo mío en todo, regocíjate en mi misericordia, regocíjate en la gloria de tu Salvador.

Sí, mi amor, déjame tomarte como deseo".

Señor mío, llévame a un lugar llamado hogar dentro de tu corazón. Tú siempre has sido mi amor desde que era un niño y podía comprender la alegría del poder de tu presencia dentro de mí. Guíame en tu misericordia y renueva mi esperanza en ti.

Ayúdame a no tener miedo en esos momentos en circunstancias desconocidas, sino a seguir adelante confiando en la sabiduría de tu amor y de tu corazón para guiarme. Sé mi todo.

Sí, sí, sé mi todo'.