JESÚS: Mi querido hijo, ven a mí. Permíteme consolar tu corazón con mi compasiva misericordia. No sufras más, sino entrégame tu corazón en toda circunstancia. Permite que mi misericordia llene tu alma con la paz del amor. No tengas miedo. Yo estoy contigo y te ayudaré en todo. Reserva tus pensamientos para mí. No te centres en el problema, sino en la oración al hablar conmigo. Yo te ayudaré y te guiaré.
Quédate tranquilo con respecto a tu reunión. Todo irá bien. Todas las almas necesitan mi amor. Tú serás un ejemplo de mi amor a través de tu paciencia y resistencia. Sé paciente y humilde en todos los asuntos. No tengas miedo, escucha y busca soluciones positivas. Reza pidiendo mi ayuda y yo te guiaré. No confíes tu corazón a los demás. Busca siempre mi ayuda o la de tu director espiritual. Siéntate en el silencio de mi amor y escucha el canto de los pájaros en tu corazón. Siguen ahí, sentados en el Árbol de la Vida.
Ahora escucha la alegría de mi amor. Confía tu corazón a mi llamada y sigue escribiendo. Escribe para gloria de mi nombre y gloria de mi amor. Busca siempre amar. El amor es la respuesta a todas las cosas. No significa que permitas que otros te dominen, sino que, en el amor, hables con el corazón. Habla tu corazón con paciencia y verdad. El amor echa fuera todo temor. Deseamos que descanses en nuestros corazones. Deseamos amarte. No pienses en el futuro, excepto en confiarme tus planes a través de la oración. Lo más importante es que me busques en la oración y por escrito, y luego salgas entre mis hijos para compartir el mensaje. Recuerda tu vocación. Esto es lo más importante. Mis hijos esperan con amor tu regreso.
Cantad nuestro amor a toda la humanidad. Que la luz de nuestro amor brille donde hay oscuridad en los corazones de las almas. Como yo os doy mi luz, dad mi luz a los demás. No os sintáis indignos porque hayáis tenido vuestras propias luchas, mis Apóstoles soportaron las mismas luchas. Tuvieron que superar todas las insatisfacciones humanas para servirme. Mi corazón no exige perfección, sólo obediencia a mi voluntad, incluso cuando te sientas más débil. Yo te ayudaré a llegar hasta allí y entonces tendrás la alegría que tienes ahora. Busca vivir en el momento presente. Busca vivir en el amor, en el silencio de mi corazón. Deja que te hable. Escucha la alegría de mi corazón que proclama un nuevo día de amor para todas las almas.
Yo soy luz y paz para tu alma y las almas de tus hermanos y hermanas. Deja que la luz de mi paz te consuma. No tengas miedo. No pienses en el futuro. Di: "Jesús, todo lo puedo por ti, que me fortaleces". No creas en las mentiras de Satanás. Él siempre intentará acusarte. Él es el engañador por excelencia. Confía siempre en que te amo. Escucha mi corazón por tus hermanos y hermanas. Escucha con amor por ellos, porque ellos también necesitan mis palabras.
Descansa ahora y reza si empiezas a sentir ansiedad. Háblame porque no viene de mi corazón y puedo desecharla.