Nuestro Jesús dice ahora, "Mi querido hijo, mientras recorres este camino de la vida, este santo camino de mi amor, deseo que me ofrezcas tu corazón en entrega cada día y te rindas a mi santa voluntad, diciendo: 'no mi voluntad, sino tu voluntad, mi querido Señor', en todo lo que deseo que cumplas.

Aunque el camino es estrecho, invito a todas las almas a abrir su corazón al amor de mi Sagrado Corazón, a convertirse y arrepentirse para recibir cada día el gozo de mi misericordia.

Sí, mi querida hija, el camino es alegre y aunque a veces sea difícil, mi misericordia es grande en mis gracias para sostenerte.

Que la luz eterna de mi amor llene tu alma y las almas de mis hijos en este día".