Nuestro Salvador habla, "Mi querido hijo, que la alegría de la luz de mi Espíritu llene tu alma en este día, para concederte la paz y la esperanza de mi misericordia.
Mi misericordia está viva para todas las almas que desean recibirme. Todo lo que hay que hacer es abrir el corazón y pedir mi misericordia y la fuerza de un amor más grande."
'Señor, te pido ahora tu misericordia y la fuerza de un amor más grande dentro de mi corazón'.
Jesús responde, "Te quiero. Te quiero y siempre estoy contigo".
Que los campos eternos de la luz de tu Cruz llenen mi alma para conducirme por un camino de paz cada día, para que pueda caminar sobre estos campos de amor dentro de tu corazón. Y cómo lo hacemos, caminando para buscarte y amarte cada día más, así como para amar a nuestros hermanos y hermanas'.
Nuestro Señor, "Sí, mi querido hijo, ven y recíbeme para que camines sobre las aguas santas de la vida viviendo según mi voluntad para ser limpiado por las aguas santas de mi misericordia cada día".
Te amo, mi Señor. Tómame como deseas. Que tu corazón me guíe en la verdad de tu gloria'.