"Mi querido hijo, cuando entres en el corazón de la cárcel de los hombres ofréceles mi Sagrado Corazón de amor que arde como un fuego para purificarlos de todo pecado y redimirlos en mi misericordia.

Sí, para unir sus corazones de dolor con mi corazón de dolor por los pecados del mundo, mi corazón de dolor que sigue siendo rechazado. Ofréceles un cáliz de las aguas de mi misericordia para limpiarlos y renovar sus fuerzas.

Sí, hijo mío, te ayudaré. Te guiaré en cada palabra que diga y ellos serán fortalecidos. Sus necesidades serán satisfechas por mi fuerza. Mi corazón que está por sus corazones para que puedan estar con su Cristo, su Salvador, mi corazón, unido a su corazón, a su soledad y a su dolor, a la desolación y a la desesperación que sienten.

Pero quiero que sepan que en mí son libres. Sí, son libres y ya no necesitan vivir en esclavitud".

Señor mío, tómame como quieras, tómame en tu amor.

Sí, iré y los abrazaré en tu misericordia'.

"Esta, hijo mío, será una misión muy fructífera."

'Mi Señor, nunca podría haber imaginado que me llevarías a un lugar al que me alegro de ir.

Sí, estoy muy contento de ir. Y los milagros que realizaste para las mujeres en su prisión, en su estado de aislamiento, fue de tu mayor misericordia para sanarlas y transformarlas'.

"Sí, hijo mío, y tú harás lo mismo por los hombres. Que tu corazón se eleve en mi amor para unir mi corazón a sus corazones, mi alma divina a sus almas. Diles que sus lágrimas y sus gritos de misericordia no han sido olvidados.

Diles que mi amor nunca los abandonará y que no permitan que sus corazones se endurezcan, sino que, en mi misericordia, sean transformados por mis gracias sanadoras como hijos recién nacidos de la gloria de mi amor.

Escucha sus corazones. Haz que hablen conmigo y entre ellos. Hazles partícipes de los frutos de mi amor y diles que en mi misericordia siempre serán libres en la gloria de la luz. Porque ya no están en las tinieblas y su salvación será mi prueba de amor para llevarlos en mis brazos a la gloria para siempre y que mi poder de la luz sea su fuerza.

Diles que los amo y que no tengan miedo. Desde mi Cruz, una victoria irá delante de ellos y que su hogar estará eternamente dentro de mi corazón".