Nuestra Señora dice, "Hijo mío, te amo, y yo, tu madre, estoy siempre contigo. Ven y toma mi mano y permíteme realizar esta obra de amor dentro de tu corazón. Camina humilde y puramente según los caminos de la palabra de Dios, para permanecer en y a través de la Palabra para los corazones de los demás, caminando en la humildad de la fe que vencerá la oscuridad y el mal, para permanecer en la luz, para permanecer en la esperanza.

Mis hijos están perdidos y deseo llenar tu corazón con los grandes caminos de la luz cada día, ser un instrumento de paz y ser un instrumento de la fuerza de la fe. Hijo mío, mi corazón anhela tu corazón cada día".

'Gracias, madre, te amo. Ayúdame a caminar con la fuerza de la fe que me libere cada día para vivir en la pureza de la luz. Que me consuma tu luz viva, la luz de tu hijo Jesús'.

Continúa, "Hijo mío, Jesús está contigo. Contempla el amor de Jesús en este día. Camina en la humildad y la verdad de su amor que te guiará.

Te amo y yo, tu madre, te llamo a ti y a todos mis hijos, porque el mundo vive en la oscuridad y el pecado, y rechaza el corazón de mi Hijo como su Dios y Salvador. Contemplad su amor en la oración de este día por la salvación de las almas".