'Mi querido Señor, en Corintios 1 Pablo dice: "Estas cosas Dios nos las ha revelado por el poder del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios."
Espíritu Santo, escudriña mi corazón. Purifícame en el amor compasivo de la misericordia de Dios, para que Dios me revele por medio de ti los deseos de su corazón'.
"Hijo mío, recuerda la visión del limonero y multiplícate, multiplícate como una furia en la esperanza de mi amor por mis hijos. Porque tantas almas están necesitadas de mi misericordia y yo las estoy llamando de nuevo a mi amor, para que se arrepientan, para que vuelvan sus corazones a mí, para que reciban el poder y la misericordia de mi Cruz y de mi resurrección, el poder de la vida sobre la muerte, el poder de la luz de la esperanza sobre la desesperación y la oscuridad.
Ven, toma mi cabeza y déjame guiarte".