"Mi querido hijo, busca todo lo que es bueno dentro de tu corazón. Busca amarme sobre todas las cosas y amar a tus hermanos y hermanas con la pureza de mi bondadoso corazón de bondad.
Sabed que estoy con vosotros. Sabed que os amo y no lloréis por la que amáis, pues ella es más fuerte dentro de su corazón y de su alma de lo que pensáis. Confía en mí, y ella será libre de las circunstancias de aquel que ha puesto la tristeza de sus pecados sobre ella.
Le daré mi fuerza de Espíritu y de esperanza, porque si uno no se ama a sí mismo, ¿cómo puede amar a otro? Y seré su paz frente a quien decida separarse de ella.
Descansa ahora. Descansa ahora, amor mío, y mantente fuerte en la alegría y la esperanza de la fe".
Señor, vela y protégeme a mí y a mi familia; mantennos a salvo de todo daño y mal, y llévame a casa en tu bondad y en tu misericordia para estar con ellos. Los amo tanto'.