MARÍA: La luz del corazón de mi hijo está siempre contigo. Abre cada día tu corazón al corazón de su amor para que todo tu ser se consagre a él.

GREGORY: Querida madre, gracias por venir a mí. Necesito tu amor cada día para mantenerme a salvo en el amor de Jesús.

MARÍA: Satanás está siempre presente para intentar engañarte a ti y a todas las almas porque es despiadado. No comprende el valor de la vida y del verdadero amor. Por lo tanto, quiere destruir la vida como la conocemos y engañar a las almas para que crean en el poder de las emociones y no en el poder de la fe para guiarlas. Satanás siempre buscará vivir en contra de Dios y de la voluntad de Dios. El no se preocupa por ninguna alma en esta tierra o en el cielo.

Ven ahora y dame la mano.

GREGORY: Tengo una visión de la mano de la Virgen que me tiende la mano. Esta es la tercera noche que me pide que le coja la mano. La primera noche, su mano llevaba la herida de Jesús y, al apretarla, sentí a la vez la paz y el dolor de este mundo. La segunda noche, su mano llevaba la misma herida con una pequeña llama, la llama del amor divino y de la misericordia de Dios por la humanidad, a través de la cual su hijo vive para compartir su compasión por los débiles y los afligidos.

Esta noche, lleva en su mano la paloma del Espíritu Santo, inaugurada por la pureza de su amor. Oh Espíritu santo y divino, concédenos que tu luz ilumine el fondo de nuestras almas para que amemos a Dios más profundamente.

Madre, deseo ser guiada diariamente por la compasión, el amor y la luz de tu hijo Jesús. Que todos estemos en la verdad para dar a los que necesitan el cuidado de Dios. Despierta cada día mi corazón en ser más humilde para servir a su voluntad. Oh querida madre, que tu luz me conceda verdad y sabiduría, ya que todos estamos llamados a compartir unos con otros, la luz del amor de Dios.

MARÍA: Sí, toma mi mano y permite que la paloma del Espíritu Santo entre en tu alma y vuele con la luz de Jesús llevándote donde ningún alma ha ido antes, para volar en el amor de Dios, extendiendo tus alas de misericordia angélica desde dentro de la luz de sus brazos diariamente.

Debes quedarte quieto y ser firme en confiar en que yo te guiaré. El tiempo es crucial y Satanás está esperando para engañarte siempre.

GREGORY: Madre, ¿por qué yo, por qué debo soportar tanto dolor por ser su objetivo?

MARÍA: Oh querido hijo, no me cuestiones ni lo que te pido que hagas en la voluntad de Dios. Simplemente mantente firme en la fe del amor de Dios y verás crecer la luz dentro de ti como deseamos.

GREGORY: Sí, querida madre. Buscaré sentarme quieto en la fe y descansar.

MARÍA: Gregorio, todo lo que necesitas saber en la fe lo recibirás por la gracia y el fruto de la oración. La oración te guiará en el amor de Dios por medio del Espíritu Santo. Pide a la alegría del Espíritu Santo que te unja diariamente para sostenerte en tus sufrimientos. Es a través de la oración que crecerás en humildad para amar a Dios más profundamente y ser obediente a su voluntad y es a través de la oración que él recibirá gran amor de ti.

Gregorio, nuestro Padre te ama entrañablemente. Confía en su amor. Reza para recibir su amor en tu corazón comprendiendo que él es tu Padre. No es un pensamiento lejano. Trata de entenderlo de verdad y de tener una relación con él como tu querido, querido, Padre.

Cuando reces, reza despacio con un gran pensamiento de fe que te guíe a través del fuego del silencio, el fuego de la noche que es eterna. Un fuego, un fuego de amor, que se extiende por el mundo, dulces besos del amor de Dios para las almas de los hombres. Besos de gracia y misericordia para los necesitados de su amor gozoso.