GREGORY: Tengo la visión de un pequeño árbol que brota de la tierra, crece rápidamente y se transforma en una antigua maravilla. Sus ramas son largas y gruesas, con profundos pliegues que las recorren como venas abiertas de rica madera.
Jesús, ¿cuál es el significado de esta visión?
JESÚS: El significado de la visión es permitirte ver lo rápido que puede crecer un alma a través de la transformación de la gracia. Aquello que brota de la tierra, echando raíces con grandes y fuertes ramas de amor para que la misericordia fluya a través de ellas con compasión y bondad. No mires al pasado, sino corre a mi corazón en este día presente. Corre con tu corazón abierto en amor por mí, tu eterno Salvador. Pon tu corazón al pie de mi Cruz cada día, el madero de humildad y salvación empapado por mi Preciosa Sangre para salvar almas.
Descansa, descansa en mi corazón y no permitas que nadie te dicte lo que debes hacer por mí. Yo soy quien te guía en el amor para la salvación de tu alma y de mis hijos.
GREGORY: Jesús, perdona mis pecados.
JESÚS: Deja que tu corazón brille en la gloria de mi amor. Deja que tu alma sea libre para correr en la salvación de mi corazón, los campos de dorada y gloriosa redención. Sí, corre hacia mí. Corre con tu corazón abierto en el amor.
No pienses en el futuro, sino sólo en este día presente para que yo te unja. Sí, ven a mí en toda circunstancia y mi amor te guiará.
GREGORY: Jesús, ten piedad de mí, un hombre débil, que siempre busca hacerse fuerte por el Espíritu de fe.
JESÚS: Deja que tu corazón sea libre para amarme. En el momento que sientas, corre hacia mí y desaparecerán. Corre a mis brazos de amor y mi santa luz te liberará. Corre a mis brazos de amor para siempre por mis hijos.
MARÍA: Mi querido hijo, mantente firme en la oración por una fe más profunda en la esperanza de amar a Jesús. Él es tu esperanza y tu salvación, tu paz y tu misericordia. Todo lo que debes hacer es volverte a él diariamente y él te guiará en paz, la paz de su santa voluntad y misericordia. Descansa ahora entre sus brazos dorados de amor. Descansa en su corazón y recuerda soñar con la esperanza de su voluntad de ayudarte. Recuerda soñar un sueño de esperanza entre las estrellas y vivir con la luz de las estrellas en tu corazón.
GREGORY: Monseñor N., le quiero. Gracias por sus amables palabras y su invitación. Rezo por la redención diaria de tu alma a la luz de Dios para que te dé la sabiduría y la guía para amarle y convertirte en un siervo aún más grande de pureza para su voluntad. Que Dios nuestro Padre te sostenga a través de las santas gracias de su Espíritu y encienda un fuego de amor divino tan rico con las cruces de su sacrificio que puedas obtener para él la victoria en todo lo que hagas para ayudar a sus hijos.
Que la luz dorada del amor de Dios os sostenga cada día en la paz con la alegría de ver a Jesús en los ojos de todos sus hijos y que Nuestra Señora de la Gracia y de la Paz os proteja siempre en el Corazón Inmaculado de su amor.
Amén.
JESÚS: Mi querido hijo, ven a mí. Permíteme estrecharte entre mis brazos. Permíteme guiarte hacia la luz de mi presencia. No tengas miedo. Yo te ayudaré. Escucha la voz de mi amor llamando dentro de tu corazón. Te amo y deseo sostenerte con la fuerza del Espíritu Santo.
Ven ahora y toma mi mano para que caminemos. Deseo que me permitas guiarte como yo deseo.
GREGORY: Estoy teniendo una visión de Jesús que camina por un estrecho sendero de hierba verde que se expande en un campo abierto de una dorada cosecha de trigo. La luz azul del sol llena el aire de paz y puedo ver una paloma, la paloma del Espíritu Santo volando, dando vueltas en un caprichoso patrón sobre el campo de trigo.
Jesús está de pie al borde del campo sonriendo con alegría mientras observa a su Espíritu. Luego me pide que me siente con él en la hierba, bajo un árbol que está junto al campo.
JESÚS: Gregory, te he traído aquí para que descanses y sonrías, te amo y te perdono. Debes aceptarlo en tu corazón. Ningún alma es perfecta. Deja que tu corazón descanse en mi misericordia y disfruta de los frutos de tu trabajo en el Espíritu Santo.
Simplemente quiero descansar contigo en mi corazón para vivir en el silencio de nuestro amor, para ser libre de vivir en la alegría de mi Espíritu.
GREGORY: Jesús está sentado en una posición relajada y acogedora, con los pies cruzados uno sobre otro.
JESÚS: Te quiero, hija mía. No quiero hacerte daño. Vende todo lo que tienes. Libérate mientras te abro la puerta para que me sigas.
GREGORY: Sí, Jesús, ayúdame a hacerlo como tú deseas.
JESÚS: Escucha mi corazón, yo te ayudaré.
GREGORY: Deseo hacerlo.
Te guiaré en el silencio de mi corazón. Escucha mi voz que te llama en la noche. Escucha mi corazón que te pide que vengas a seguirme. No deseas ninguna de estas cosas. Tu hermano te ayudará y yo proveeré a todas tus necesidades. Te he dotado con la capacidad de proveer a través de mi divina providencia. Ahora lo haré únicamente sin que tú hagas el esfuerzo pues lo más importante es que compartas mis palabras con mis hijos.
¿Quieres estar sólo conmigo?
GREGORY: Sí. Deseo sólo amarte, correr en estos campos dorados de amor guiado por la pasión y la alegría del Espíritu Santo. Deseo correr libre en la alegría de tu amor sirviendo a las almas.