"Hijo mío, persevera, pues tu viaje aún no ha terminado. Sé que amas a este país. Continúa en el amor, hijo mío, continúa en la esperanza, aunque te sientas indigno, no dejes que tu corazón se endurezca, sino que en mi amor misericordioso recíbeme cada día.
Has soportado con otros mucho sufrimiento. Ofrécemelo ahora porque hay mucho trabajo por hacer. No te habría dado la responsabilidad si, a pesar de todo, no creyera que no eres capaz".
Señor mío, ha sido tan duro, pero en tu gracia me has abierto el camino de tu luz y de tu amor. ¿Qué más quieres de mí? No sé qué hacer. ¿Quieres que vuelva a hablar en las iglesias de aquí?
"Sí, hijo mío, cuando yo te mande".
Señor, ahora tomo autoridad sobre todos los espíritus demoníacos y mentiras, en tu nombre, y te pido que derrames sobre mí tu Preciosa Sangre. Perdóname en cualquier forma que he retenido tus dones eternos y bendiciones para los demás.
No puedo excusarme".
"Mi hijo".
'Mi Señor, úsame como desees'.
"Escucha, tú puedes hacer todas las cosas en mí. ¿Acaso aquel niñito, que permanecerá sin nombre por el conocimiento que de él tienen las almas, no te dejó un mensaje tan hermoso en su pureza e inocencia?".
Sí, mi Señor, fue hermoso, bien dicho en su sabiduría. Señor, escucha su corazón y sus peticiones de oro. Ayúdale a completar su año escolar para que pueda pasar al siguiente grado como él desea'.
"Sí, hijo mío, ahora se le está enseñando una lección. Y gracias a su perseverancia, le haré avanzar. ¿Y no crees que te lo habría enviado si no confiara en ti?".
Señor mío, ¿eres tú quien confía en mí? Soy yo quien debe confiar en ti, porque no puedo confiar en mí mismo.
Cuanto más sé, menos sé. Y como dijo Pablo, yo debo disminuir y tú debes aumentar. No soy digno, Señor. Ni siquiera sé cómo voy a servir a mi misión".
"Cumpliré todas las cosas según mi voluntad. Sólo sígueme. Sígueme y no te preocupes por el mañana".
'Mi Señor, todo suena tan simple.'
"Hijo mío, como mi madre te dijo una vez hace años, en el seminario de Florida, para compartir con los teólogos, la fe es sencilla".
"Mi Señor, han pasado 33 años, pronto serán 34 en agosto.
"No mires al pasado, es una tentación.
Sí, hijo mío, ofréceme ahora todo lo de tus viajes pasados".
'Sí, mi Señor, te los ofrezco, porque habrá nuevos y abundantes'.
"Ahora vete, hijo mío, permíteme hacer todas las cosas, cumplir todas las cosas, porque cuando me sigas en el amor, me seguirás en la alegría y cumplirás todas las cosas en el amor".
Sí, Señor, dame fuerzas y esperanza renovadas'.